EL ESTUDIO DEL DISCURSO
Teun
A.Van Dijk
DISCURSO
Los
dos volúmenes de esta introducción constituyen una respuesta a una sencilla pregunta que tienden a
formular quienes apenas comienzan a abordar el tema cuando advierten la presencia
ubicua del término "discurso" en las humanidades, en las ciencias
sociales e incluso, en los medios masivos de comunicación:"¿Qué es
exactamente el discurso?".La situación sería ideal si pudiéramos condensar
todo lo que sabemos acerca del discurso en una definición única y práctica.
DEL SENTIDO COMÚN A LA TEORÍA
Antes de adentrarnos en ese tipo de descripción más teórica que uno espera encontrar en la disciplina de los estudios del discurso, corresponde decir algunas palabras acerca de la noción de "discurso" proveniente del sentido común, tal como esta noción aparece en el lenguaje cotidiano y en el diccionario. En este sentido, el término "discurso" se aplica a una forma de utilización del lenguaje, a discursos públicos o, más en general, al lenguaje oral, por ejemplo, cuando hablamos del "discurso característico del ex presidente Ronald Reagan".
Antes de adentrarnos en ese tipo de descripción más teórica que uno espera encontrar en la disciplina de los estudios del discurso, corresponde decir algunas palabras acerca de la noción de "discurso" proveniente del sentido común, tal como esta noción aparece en el lenguaje cotidiano y en el diccionario. En este sentido, el término "discurso" se aplica a una forma de utilización del lenguaje, a discursos públicos o, más en general, al lenguaje oral, por ejemplo, cuando hablamos del "discurso característico del ex presidente Ronald Reagan".
Otro
uso del mismo término, muy difundido pero aún informal, puede hallarse en los
medios de comunicación y en algunas de las ciencias sociales, por ejemplo,
cuando se habla del "discurso del neoliberalismo". En este último
caso, el término "discurso" no se refiere exclusivamente al uso que
hacen del lenguaje los pensadores políticos neoliberales, sino también a las
ideas y filosofías que ellos sustentan y divulgan. En efecto, puede suceder que
los estudios dedicados al discurso neoliberal no presten atención alguna al uso
del lenguaje.
TEXTO Y CONVERSACIÓN
como
es el caso de los periódicos, de nuestros libros de texto o nuestra
correspondencia. (correo común o electrónico), o de los miles
de tipos distintos de textos propios de nuestro trabajo académico o de otros
tipos de trabajos. Sin embargo, semejante ampliación del concepto plantea otras
dificultades. Así, el lenguaje hablado tal como lo encontramos en las
conversaciones cotidianas, en los debates parlamentarios o en las entrevistas
laborales es sin duda una forma de interacción de la cual participan los
usuarios del lenguaje como hablantes y como receptores. Pero
no resulta tan evidente que lo mismo ocurra con los textos escritos, como las
cartas, las noticias publicadas en un diario, los libros de texto, las leyes o
las publicaciones de carácter académico como la presente. Estos parecen ser
objetos, o productos de actos verbales, más que formas de interacción.
EL DISCURSO COMO ESTRUCTURA VERBAL
El
sonido, la vista y el cuerpo
Tal como sucedió históricamente en la
lingüística moderna, el análisis del discurso puede comenzar por el análisis de
un nivel de manifestaciones observables o expresiones, a saber, sonidos
audibles y marcas visuales (cartas, figuras, colores, etc.) inscriptas sobre
papel, pizarras o pantallas de ordenadores (e incluso, por supuesto, huellas
magnéticas en un disco del ordenador.
En
el discurso hablado los sonidos tampoco ocurren aislados. Habitualmente están
acompañados por diversos tipos de actividad no verbal, como los gestos, las
expresiones faciales, la posición del cuerpo, la proximidad, el aplauso y la
risa, acciones todas que acompañan de manera pertinente a las conversaciones y
por consiguiente requieren por derecho propio un análisis del papel que juegan
en el suceso de comunicación como totalidad. Nuevamente, debo
decir que se trata de un aspecto del análisis del discurso relativamente
inexplorado hasta el momento. No obstante, junto con los sonidos del discurso,
la actividad no verbal juega un papel importante en la interpretación del sentido
y de las funciones del discurso en la interacción cara a cara (y por supuesto,
en la comprensión del discurso en las películas). el hecho de que un interlocutor
esté enojado no sólo se manifiesta en la elección particular de la palabra que
hace, sino
también en la expresión de su cara y en sus gestos. Este ejemplo muestra sin
lugar a dudas que los eventos de comunicación no sólo están constituidos por
palabras.
DISCURSO Y SOCIEDAD
La
mayor parte de los estudios del discurso se desenvuelve en alguno de los
ámbitos descriptos hasta ahora o en varios de ellos a la vez: la Forma,
sentido, interacción y la cognición. Sin embargo hemos visto que el contexto
desempeña un papel fundamental en la descripción y la explicación del texto y
la conversación. Aunque no existe una teoría explícita del contexto y aunque la
noción es utilizada por distintos estudiosos del tema con una amplia variedad de
significados, podemos definirlo brevemente como la estructura de todas las
propiedades de la situación social que son pertinentes para la producción o
recepción del discurso. No sólo las características del contexto
influyen sobre el discurso; lo inverso también es cierto: el
discurso
puede asimismo definir o modificar las características del contexto.
En
síntesis, apenas tomamos con seriedad un punto de vista contextual del
discurso, muchos aspectos de la sociedad y de la cultura se incorporan en
nuestro análisis. Por ejemplo, la elección de ciertos pronombres específicos
como formas de tratamiento más o menos cortés (como es el caso del tu o vous en
francés) presupone que los usuarios del lenguaje poseen conocimiento acerca de
las relaciones sociales.
Lo
anterior no quiere decir que estos
contextos sociales estén siempre estáticos, ni tampoco implica que los usuarios
del lenguaje y sus respectivos discursos "obedecen" pasivamente las
restricciones impuestas por el grupo, la sociedad o la cultura. Por el
contrario, el discurso y sus usuarios mantienen una relación "dialéctica"
con el contexto: además de estar sujetos a las restricciones sociales del
mismo, también contribuyen a él, lo construyen o lo modifican.
CONCLUSIÓN
El
análisis contemporáneo del discurso ha recorrido un largo camino desde los
primeros estudios lingüísticos de los pronombres y la coherencia semántica, las
primeras observaciones de la toma de turnos en la conversación, los estudios
etnográficos iníciales acerca de las "maneras de hablar” en diversas
culturas o los primeros experimentos de
la comprensión de textos.
El
análisis del discurso se ha transformado en una empresa vasta y
multidisciplinaria de la cual participan por lo menos media docena de
disciplinas distintas, una empresa bastante compleja en algunas de sus ramas.
Tanto es así que se ha producido una inevitable especialización y no siempre
está asegurada la comprensión mutua.
No
existen muchas disciplinas que brinden un enfoque tan amplio del lenguaje
humano, la cognición, la comunicación y la interacción, y a la vez
multidisciplinario, multicultural y socialmente relevante. Tampoco hay muchas
disciplinas que permitan estudiar los pequeños detalles significativos de la
conversación y del texto y a la
vez
investigar los fascinantes procesos y representaciones de la mente social, así
como indagar en los temas y problemas políticos y sociales fundamentales de
nuestra época.
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